Nuestros fines

Amistad en Cristo con María, a un Nuevo Amanecer

Es una Asociación privada de fieles con personalidad jurídica, erigida por el Emmo. Sr. D. Antonio Mª Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid, y con unos Estatutos propios, aprobados por el dicho Sr. Cardenal, con fecha 19 de diciembre del año 2005.

Tiene como finalidad: la Adoración de Dios en Espíritu y Verdad (Jn. 4, 24), particularmente en el Santísimo Sacramento del altar, y la veneración y honra de su Santo Nombre, y, como consecuencia: la Reparación por los pecados, irreverencias y sacrilegios al Santísimo Sacramento, y por las blasfemias, injurias y menosprecio al Nombre de Dios.

Fomenta, para ello, actos personales e internos, como son: la oración del corazón, la lectura de la Biblia, la frecuencia de los sacramentos, en especial, la Eucaristía y la Penitencia, el rezo del Rosario a la Virgen, y una vida cristiana de virtud y santidad, aunque ello lleve consigo, en algunos momentos, el negarse a sí mismo y algún sacrificio.

Y también promueve misas y actos de Adoración al Santísimo y Reparación, en Templos e Iglesias, a nivel de Madrid:

  • Los primeros y los terceros jueves de mes en la Cripta de la Almudena.
  • Los terceros jueves de mes en la Capilla Gómez Ulla.
  • Los segundos jueves en las Religiosas Jerónimas del Corpus Christi.
  • Los terceros jueves en la Parroquia de San Ildefonso.
  • Los cuartos jueves en Nuestra Señora del Carmen.

Para consultar horarios están colgados en el calendario de inicio.

El fundador de la asociación es el Padre Antonio Honduvilla, JS, ya fallecido. El consiliario actual es el Padre José Antonio Iniesta, vicario de la cripta de la Almudena, siendo también simpatizante de la asociación el Padre Carlos Melero. Tiene una Presidenta y Cofundadora: Dª Concha Puig Eyre, nombrada por la Junta general con fecha 1 de abril del año 2006, y una Junta Directiva. Tiene una página web: www.amistadencristo.org. Lleva un programa todos los días de 20h a 21h en Radio de la Paz. Hace sus comunicaciones y exhortaciones a vivir el espíritu de la Asociación, en fechas señaladas, como Navidad y Semana Santa. Y cultiva entre sus miembros o asociados el espíritu de oración, de intimidad con Cristo y la Virgen María, y por eso a veces y frecuentemente se llama a la Asociación, nuevo Amanecer: Amistad en Cristo con María. Cultiva y fomenta la caridad y el servicio mutuo.

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Cultiva, por fin, la atención a los enfermos, cuya enfermedad y sufrimiento valora mucho, como ofrenda agradable a Dios, en unión con Cristo, por la conversión de los pecadores. Valora y cultiva la sinceridad, la sencillez, el candor y la oración de los niños, que alcanzan del Padre Dios, por medio de su Hijo Jesucristo y la intercesión de la Madre, gracias y bendiciones para toda la humanidad.

Nos apoyamos mucho en la oración, en el trabajo y en la vida común de las Religiosas de Clausura y de los monjes de vida contemplativa.

Ha surgido, dentro de Amistad en Cristo, un grupo de maternidad espiritual, de madres espirituales, que piden por los sacerdotes, y que tienen asignado alguno en particular, en su oración y sacrificio, por él, por su perseverancia, fidelidad y santificación.

LOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA Y AMISTAD EN CRISTO

El corazón es el centro de la persona, el centro del amor y de la esperanza, el centro de las emociones y sentimientos más profundos. Los Corazones de Jesús y de María laten al unísono, y ambos sólo quieren agradar al Padre, cumplir su santísima voluntad y darle gloria, llevándole almas.

“Hay más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de convertirse” (Lc. 15, 7).

Los Corazones de Jesús y de María sienten profundamente el agravio que se hace al Padre, ultrajado por los pecados y olvidos de los hombres, y se ofrecen como víctimas expiatorias y propiciatorias, en reparación de esos ultrajes. Y, al mismo tiempo, los Corazones de Jesús y de María sienten profundamente el estado de postración y de esclavitud de los pobres pecadores, y ven su peligro de perdición eterna. ¿Y qué hacen por ellos? Ponerse en su lugar.

Cristo cargó y carga sobre sí los pecados de todos los hombres y los míos también. Y la Virgen María le acompaña en esa ofrenda. Ambos Corazones de Jesús y de María, por su amor y obediencia al Padre hasta la muerte, resarcen y reparan con creces los pecados de los hombres, pues: “Donde abundó el delito, sobreabundó la gracia” (Pregón pascual).

Ante este amor tan grande del Corazón de Jesús y del Corazón de María, ¿qué nos corresponde hacer a nosotros? Agradecer y alabar; amar y corresponder; reparar y servir.

1. Agradecer y alabar.

“De bien nacido es ser agradecido” dice el refrán popular. Si Jesús y la Virgen nos han hecho tanto bien, hemos de darles las gracias y alabarles y bendecirles; adorar a Cristo, Dios y hombre y venerar a María Virgen.

2. Amar y corresponder.

Hemos de procurar no solamente no volverles a ofender, sino agradarles y contentarles, cumpliendo su voluntad, y siendo fieles y responsables a nuestras obligaciones y deberes de estado: vocación – misión – estado, en que estamos situados, familia, profesión, relaciones sociales, apostolado.

3. Reparar y servir.

Como formamos parte del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, y somos miembros de una comunidad, y estamos integrados en una sociedad, en una ciudad, en una nación, en el mundo, nos afectan todas sus cosas: lo bueno y lo malo, y tenemos una responsabilidad en la marcha y en los acontecimientos que nos rodean.

Por eso, hemos de reparar el mal que cometamos o que veamos que se comete a nuestro alrededor: con oración, mortificación, buen ejemplo y denuncia; al mismo tiempo, hemos de fomentar y promover el bien en nosotros y en los demás, situándonos, humilde y gozosamente, en una postura de humildad y de servicio hacia Dios, como y con la Virgen María, y, por Él y con Él, hacia todas las personas, y en especial, a quienes más lo necesiten.

Hemos de condenar el pecado y el mal: allá donde se encuentre, en nosotros y en los demás, en privado o en público, pero hemos de amar a la persona que yerra u obra mal, y pedir a Dios, por medio de Jesucristo y de la Virgen, nuestra conversión y la de los pecadores, para que nos acerquemos y se acerquen al sacramento de la penitencia y nos salvemos.

La tolerancia y la libertad religiosa, para que todos honren y amen a Dios, según le vayan descubriendo en su conciencia o le vayan aceptando, al oír una predicación o escuchar una conferencia o leer un libro, son fundamentales. Cuando no se respeta a Dios, sino que se le blasfema o se le injuria o se le ridiculiza, se está atentando contra la paz de las personas, de las familias, de la sociedad y del mundo entero.

Medios internos

  • La oración
  • La Santa Misa (diaria si es posible)
  • La frecuencia en los Sacramentos
  • El rezo del Santo Rosario u oración del corazón.
  • Las personas mayores y enfermos pueden ofrecer su vida de soledad o sufrimiento como escudo protector, auténticos adoradores de la cruz, trono del poder de Jesús Salvador nuestro.

Medios externos

  • Visitar a los párrocos o rectores de las iglesias en las que se desean establecer Actos públicos de Adoración al Santísimo, Reparación y Desagravio.
  • Encargar una Misa, al menos, mensual de Reparación y Desagravio en su parroquia.
  • Promover cadenas de oración de Reparación y Desagravio.
  • Promover y participar en las procesiones al Santísimo.
  • Buscar personas amantes de Dios para que se adhieran a las cadenas de oración y actos públicos de Adoración, Reparación y Desagravio.
  • Charlas frecuentes de formación cristiana.
  • Cadenas de oración.

Cuando no sea posible los actos públicos se harán en privado, en los propios hogares, o en sitios que juzguen adecuados y promoverán y facilitarán las lecturas espirituales, la recepción de los Sacramentos y la ayuda y protección de los sacerdotes, hasta el martirio pues ello es amor profesado, confesado y cumplido a la perfección.

En definitiva

Viviendo las cimas del espíritu, de la caridad y del sacrificio y reparando por los demás que han esterilizado el espíritu y el amor en sus corazones.

7 pensamientos en “Nuestros fines

  1. No todo en el Adviento es bonito. Lo de «RAZA DE VIBORAS» no lo es. Todos tenemos algo de víbora, pero la expresión va dirigida a la gente orgullosa de corazón duro, generalmente con poder económico o político, que ve la religión solo como un rito, unas normas, un club que les diferencia de los demás. Unas normas que demuestran que ellos son los buenos.
    En lugar de ver a Dios como el sanador de nuestra miseria, que nos convoca a una hermandad con toda la humanidad, empezando con los que mas sufren.
    Y es que lo único que puede ahogar a la víbora que quiere crecer en nuestro interior es la humildad.

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  2. Como complicamos nosotros la santidad¡¡¡Y es muy sencilla, nada mas que dejarse confiada y amorosamente en los brazos de Dios, queriendo y haciendo a cada momento lo que creemos que El quiere. ( Sta. Maravillas de Jesús)

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  3. Hacer cosas grandes.,,,,
    Hacer cosas grandes: El hombre quiere hacer cosas grandes por la humanidad; pero ¿Dónde hará cosas mas grandes que uniéndose a Cristo en la Eucaristía?. Ofreciendo la Misa salva la humanidad y glorifica a Dios Padre en el acto mas sublime que puede hacer el hombre. El Sacerdote y los fieles son uno con Cristo. «Por Cristo, con El y en El» ofrecemos y nos ofrecemos al Padre. (S. Alberto Hurtado)

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  4. Por mucho que la quieran adelantar ( a finales de Octubre ya están anunciándola), no es el momento aun de la Navidad.
    Ahora es el momento de esperar a Dios. Porque no hay sistema, partido, ideología, técnica o tratamiento que arregle el desasosiego del ser humano. Solo Dios puede hacerlo.
    Es el momento del Adviento.
    La alegría de la Navidad viene pronto, pero después del Adviento. Porqué sin espera no hay alegría.

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  5. No apartemos nunca nuestra mirada de Cristo, el Adviento, es tiempo de gracia para recibir a Jesucristo. El Padre quiere que nos centremos en Cristo Glorioso y Resucitado. Nuestros deseos siempre por debajo de Cristo, hacer una copia de Cristo en mi vida y así llegar a los hermanos.

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  6. La fe, esperanza y la caridad son las tres virtudes cardinales de donde nacen las demás virtudes y son el eje, el centro, de nuestra religión católica.
    Una no puede ir separada de la otra y todas se apoyan entre si.
    La fe es una virtud sobrenatural x lo k creemos firmemente lo k Diosha revelado y la Iglesia nos enseña.
    La esperanza es esperar aquello k no se ve, el cielo, las bienaventuranzas pero con la razón podemos conocerla.
    Y la caridad es el principio y fin ultimo de nuestra fe.
    La caridad es lo k nos debemover a actuar, pensar, obrar u omitir.
    La caridad empieza cumpliendo el mandamiento mayor amar a Dios y como consecuencia amar al otro x amor a Dios y el otro empieza x nosoyros mismos ya k somos un ser diferente de
    Dios.
    Todas las demas virtudes nacen de la fe k creemos sin ver ya k dice la bienaventuranza dichosos los k crean sin haber visto.
    La esperanza nos hace perseverar en el buen obrar, esperar contra toda esperanza y confiar en Dios; el Padre x medio de su Hijo, Jesús, ayudados x el Espiritu Santo; nos dará lo mejor para alcanzar el cielo aunque aparentemente no se vea aun el bien alcanzado sino lo contrario k todo perezca, vaya en contra con vientos vayan en contra como cuando Jesús dormía en la tempestad k calmo con una sola palabra.
    Y la caridad es lo unico k existe en las moradas eternas ya k la fe y la esperanza desaparecerán en el momento de la muerte ya k habremos conseguido el premio, el cielo, y la caridad permanecerá y permanece en Dios y en todos los bienaventurados ya k Dios es Amor y si nosotros somos creados a imagen y semejanza de Dios tenemos k amar con Su Amor no importa tanto lo k se haga sino la intencion k se pone y esto es llevar el amor de Dios con nuestra vida y colaborar así en la extension de su Reino, paz y Amor. Pidamos a la Virgen Santisima María k haga esto posible en nosotros y podamos vivir como Jesús y María x excelencia el himno de la caridad contenido en I Corintios 13 donde nos dice k es la caridad.
    Hay k recordar k todo pasa pero k lo unico k permanece es el amor sino miremos x lo k son recordadoslos santos no tanto por sus obras sino x su amor.
    ¿No nos amo Jesús hasta el extremo dando su vida por ti, por mi, por nosotros, x todos aunque algunos no lo recibieron?
    Cuerpo de Jesús muerto por mi. Sangre de Jesús derramado x ti. Muerte de Jesús por ti, por mi, por todos los k desean acogerld.
    A Jesús se le recuerda x el amor k nos dio hasta la muerte de cruz y k vinos a enseñarnos el amor de Dios Padre, dejandonos al Esñiritu Santo k co tinuara su obra de Amor.
    Acudamos a Jesús y María para llevar a cabo esta gran empresa de la economia de la salvación para mayor honor y gloria de Dios Padre, Hijo y Espiritu Santo.

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  7. Mucho tenemos que rezar por nuestros sacerdotes, viven en un mundo lleno de peligros y tentaciones…, y una de las peores tentaciones que tienen los sacerdotes es la soberbia.
    Para combatir y llegar a ser cada vez mas Cristus en la tierra, deben atar con fuerza, en sus corazones el silicio de la humildad, fuertemente atado hasta que sangre el corazón si es necesario, revestidos con el rudo habito de esta virtud, como muchos santos han llevado.
    Sacerdote tiene que ser igual a santidad…..humildad….desprendimiento…..paciencia……entrega…….ayuda…..comprensión…
    la pobreza de Cristo…. que era hermosa y rica….. y que cada uno añada lo que sienta en su corazón…. Concha Puig

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