Pecados de omisión

Al comienzo de la Misa, en el confiter Deo, decimos:»…He pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión” , es decir, incluimos el pecado de omisión al mismo nivel que los de pensamiento y obra.

En el Evangelio, aunque no con mucha frecuencia, Jesús reprende a quien comete actos de omisión. Así, por ejemplo, sucede en el episodio que se nos narra en Lc 7, 36-49, cuando Jesús visita la casa de un hombre rico (fariseo por más señas) y aparece una mujer pecadora pública, con lágrimas le moja los pies, con los cabellos de su cabeza se los seca y los unge con perfume. El fariseo parece confundido con la actuación de esta mujer pero Jesús le recuerda que él no le había dado ni siquiera agua para los pies, ni el beso, ni le ungió la cabeza con aceite.

Jesús le reprocha una omisión que, en realidad, es el pecado contra la caridad.Jesús muestra cómo le es más querido un pecador arrepentido que con humildad viene a él que un justo soberbio que le invita a su casa y le da de comer y beber.

En la parábola del buen samaritano (Lc 10,29-37) vemos que tanto el sacerdote como el levita no hicieron nada por el hombre al que atacaron los salteadores. Otras dos omisiones que Jesús contrapone con el buen acto del samaritano.

En Lc 19,41 Jesús llora sobre Jerusalén, sobre el pueblo israelita, porque no ha conocido el tiempo de su visita, igual que, en el ejemplo anterior, el sacerdote y el levita no reconocieron a su prójimo. Por eso Jerusalén se arruinará, y no quedará en ella piedra sobre piedra.

La Virgen también nos advierte de los pecados de omisión pero no ha dudado en decirnos más de diez veces que no somos conscientes de algunas cosas, que no hemos hecho…

“No sois conscientes” dijo la Virgen en varios mensajes. “No sois conscientes de los mensajes que Dios os envía a través de mí, y que os doy” -8 y 15 de noviembre de 1984. 25 de marzo de 1990. “No sois conscientes y no queréis reconocer que estáis muy poco unidos a mí por la oración” -25 de mayo de 1992. “No sois conscientes de que Dios os da una gran oportunidad para que os convirtáis y viváis en paz y amor” -25 de octubre de 2006. “Vuestra fe es pequeña y no sois ni siquiera conscientes de que, a pesar de ello, no estáis dispuestos a pedir de Dios el don de la fe” -25 de agosto de 2002. Nos ha dicho que algunas cosas tampoco las comprendemos: “Dios os concede grandes gracias y vosotros no lo comprendéis” -8 de noviembre de 1984.

Tantas cosas importantes no hemos hecho todavía: no hemos escuchado a la Virgen (6 de diciembre de 1984), no nos hemos decidido (25 de enero de 1992), todavía no hemos entregado nuestro corazón a Dios (25 de mayo de 1999), no hemos entregado nuestro corazón a la Virgen para que ella lo transforme; hablamos pero no hacemos (15 de mayo de 1986), “No sabéis vivir en la gracia de Dios”, dijo el 25 de agosto de 1996.

En Lc 19,22, en una parábola, Jesús habla de un hombre que había confiado dinero a diez siervos para que negociaran con él. Uno dijo: “Señor tu moneda ha producido diez monedas.” Otro dijo: “Tu moneda, Señor, ha producido cinco monedas.” Y el tercero se la devolvió tal y como la había recibido. Es decir, no había hecho nada. A él el Señor le dijo: “Por tu propia boca te juzgo, siervo malo.” Le llama malo, no porque haya hecho algo malo, sino porque no había hecho nada.

La filosofía dice que el mal no existe en sí. El mal es la ausencia del bien. En ese sentido, la omisión es el mal porque se omite el bien que se podía haber hecho. La omisión indica la ausencia de amor. El pecado de omisión proviene de un pensamiento no acabado. De un pensamiento corto de vista. De un pensamiento egoísta.

(Fuente: “Glasnik Mira”, octubre de 2009., nº10, pág. 31; Traducción: Filka Mi)

2 pensamientos en “Pecados de omisión

  1. Seamos LUZ en un mundo a veces de tinieblas, no nos desanimemos.
    Hay personas que a veces me dicen que no tienen mucha formación religiosa por edad, por enfermedad, etc., otras que no están preparadas, aunque tengamos limitaciones, que eso no sea obstáculo para «ver lo muchísimo que Dios nos AMA», ese pensamiento ya es escuela para entrar en su Corazon que es Océano de AMOR, y transmitirlo a los demás, con valentía sin miedos y ser apóstoles y difusores de su Amor..
    Dios no se queda solo en el Hijo y el Espíritu Santo, quiso difundir su Amor a través de sus hijos.
    Que nuestra vela se enciendan con el fuego del Amor para alumbrar a los que están a nuestro lado. La Santísima Virgen, la mantendrá encendida, con la ayuda de S. Jose. (Concha Puig)

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