Nuestro Niño Jesús. ¡¡Nuestro Amor de los Amores, mis amigos en Cristo, que se abaja hasta este mundo y se hace Pan de Vida!!
Sto. Tomás de Aquino llama a la Eucaristía: «LA MARAVILLA DE LAS MARAVILLAS». Pensad que se nos da Jesús todo entero y nos dice: «Morad en Mí, y Yo moraré en vosotros, así como la rama no puede producir fruto si no está unida al tronco, así tampoco vosotros podéis NADA SI NO PERMANECÉIS UNIDOS CONMIGO» (Juan 15, 4).
¡La Comunión nos da la gracia del AMOR! ¡Y hace falta una gracia especial para amar a Dios con ese amor de íntima amistad! Cuanto más lo recibamos, lo Adoremos y Reparemos, más se inflamará nuestro pobre corazón, ¡porque las brasas de nuestro amor arderán con el fuego de su AMOR! ¡Qué maravilla!
Es tan íntima la unión de Jesús con nuestra alma en la Comunión, que perdemos de alguna manera nuestro propio ser, nuestro pesado yo, para dejar vivir solo a nuestro Jesús amado. Y cuanto más grande es nuestra intimidad con Él, hay una fusión tan grande que ya no puedes dejarla y ahí surge #Amistad en Cristo# como una gota en el Océano de su AMOR, revestidos con la humildad como esposas ❤, amigas fieles. Como dice el Cantar de los Cantares: «Mi Amado para mí y yo para mi Amado».
El Amado es mío en el Santísimo Sacramento, yo debo darme por completo, debo ser de Él que todo lo da y nada se guarda para sí…
Creo que San Agustín dice: «Ves a la Trinidad si ves al AMOR» (A.enC.)