En la columna del pecado mi Buen Jesús atado… Su cabeza levantaba y a todos con Amor miraba, pero a su pecho caía, sufría solo su agonía… Sus manos no intentaban aflojar las ligaduras, con humildad aguantaba por todas sus criaturas… En la columna del pecado, mi Buen Jesús atado… A chorro su Sangre caía y así regaba la tiranía, abonar la tierra quería, para que un día el fruto de AMOR se extendiera. El cansancio lo invadía que sólo el AMOR sostenía.
Allí sus ojos elevaba donde su Madre se encontraba… En su corazón descansaba… y Ella allí lo veía… en la columna del pecado a su Hijo amado atado… y su Jesús sentía que el Corazón de su Madre, oración al Padre hacía. Sufriendo mil torturas en la columna del pecado mi Buen Jesús atado… golpes que recibía con atrocidad y malicia a la Bondad más Pura, a la Santidad única… ¿Pero no veían que por ellos mi Jesús sufrías? Sus almas estaban ahogadas por la blasfemia que mata…. y así fieras se tornaban y con mi Jesús se ensañaban.
Con espinas diseñaron una corona que en su cabeza Santa clavaron, llagando a mi Jesús Amado, macerando su Cuerpo Santo… En la columna del pecado mi buen Jesús atado… muriendo poco a poco por sus hijos tan amados.
En la columna del pecado mi Buen Jesús atado.
Miradas de perdón que el odio del pecado no veía, latidos de Misericordia que el gentío no oía… Sobre la Cruz elevado, clavado sin compasión, mi Buen Jesús amado. Perdón, Señor, Perdón.
Concha, para Amistad en Cristo