«Su llanto es el nuevo maná»

Hoy parece que está lluvioso… qué fuerte, que duro parece que Dios mismo llore sobre nosotros, sobre toda la tierra…, es quizá el último recurso para empaparnos, para regar de su Bondad nuestra impotencia, nuestra ignorancia, nuestra pena… también nuestra maldad… Sus lágrimas son nuestro sustento, nuestro alivio en tiempos de sequía…, en tiempos donde el enemigo parece que ocupa nuestro terreno y no sabemos cómo reaccionar… Así que mejor demos Gracias…, dejémonos empapar con sus lágrimas que estimulan las nuestras y se unan para que mantengamos la Fe y la Esperanza…, seamos ese pequeño o gran reducto que El siempre espera en tiempos complejos, para que no nos suceda como Jesús también nos anuncia con su Palabra en el Evangelio «Sabéis distinguir el aspecto del cielo, y no sois capaces de distinguir los signos de los tiempos…? Hermanita, Dios, como se suele decir, «no da puntada sin hilo», seguro que su llanto es el nuevo maná para volver nuestra mirada a la Cruz de Jesús, que es sabiduría de Dios, de la mano de María y guiados por el Apóstol Juan, que Jesús quiso que se quedara entre nosotros para que no se pierda su Palabra en la Iglesia…

Rosario Aguilar

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