Evangelio del domingo 17 de noviembre

Hacen falta más palabras… ? Señor aumentanos la Fe Esperanza y Caridad… Que alegría 🎼🎶 con el ❤‍🔥 rebosante de agradecimiento por poder asistir a lo más grande abiertamente sin escondernos. Ante Ti Rey de Reyes Adorado nos postramos.

Fueron las Misas más bellas de mi vida.
Cuando me encarcelaron en 1975, me vino una pregunta angustiosa: «¿Podré celebrar la Eucaristía?»

No podré expresar nunca mi alegría: celebré cada día la Santa Misa con tres gotas de vino y una de agua en la palma de la mano. Cada día pude arrodillarme ante la Cruz con Jesús, beber con El su Cáliz más amargo. Cada día, al recitar la consagración, confirmé con todo mi corazón y con toda mi alma un nuevo pacto, un pacto eterno entre Jesús y yo, a través de su sangre mezclada con la mía. Fueron las Misas más bellas de mi vida. . .

Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan
Testigos de la esperanza

Oh Jesús amado, cuando lees la vida de Tu siervo Nguyen van Thuan y te das cuenta que es imposible sin Tu fuerza Eucarística resistir nueve años en completo aislamiento y encima convertir a cada guardián que le ponían, la única persona que podía tener un reducido contacto. Gracias, Jesús mio por infundirnos tal fortaleza con Tu presencia en la Eucaristía.
Con nuestra Madre, S. José y nuestro Angel Custodio. Gracias y Perdón.
SANTO SANTO SANTO 🔥🧎🏻‍♀️🧎‍♂️

Concha Puig

P. Javier Miras.
Evangelio según San Marcos 13, 2
4-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del Cielo ni el Hijo, sólo el Padre.
Palabra de Dios

Señor, me acerco hoy a Ti con fe, sabiendo que eres el Señor de la vida y de la historia. Consciente de mis debilidades y caídas, pongo mi confianza en Ti, porque Tú siempre cumples tus promesas. Mientras contemplo Tu Amor que se convierte en fidelidad, yo deseo también corresponder con mi fidelidad. Estoy ante Ti en esta oración para escucharte y, descubrir Tu voluntad en este día.
Espíritu Santo, concédeme estar atento a Tus inspiraciones y fortalece mi voluntad para poder seguirlas.
 

  1. Decía el Papa Francisco: “El pueblo de Dios ha sufrido tanto, han sido perseguidos, asesinados, pero ha tenido la alegría de saludar de lejos las promesas de Dios. Esta es la paciencia, que debemos tener en las pruebas: la paciencia de una persona adulta, la paciencia de Dios que nos lleva sobre sus hombros.
    ¡Qué paciente es nuestro pueblo! ¡Incluso ahora! Cuando vamos a las parroquias y nos encontramos con esas personas que sufren, que tienen problemas, que tienen un hijo con discapacidad o que tienen una enfermedad, pero llevan la vida con paciencia. No piden signos, saben leer los signos de los tiempos: saben que cuando germina la higuera, viene la primavera; saben distinguir eso. Sin embargo, estos impacientes del Evangelio de hoy, que querían una señal, no sabían leer los signos de los tiempos, y es por eso por lo que no han reconocido a Jesús.
    La gente de nuestro pueblo, gente que sufre, que sufre de muchas, muchas cosas, pero que no pierde la sonrisa de la fe, que tiene la alegría de la fe. Y esta gente, nuestro pueblo, en nuestras parroquias, en nuestras instituciones -mucha gente- es la que lleva adelante a la Iglesia, con su santidad, de todos los días, de cada día. «Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que sean perfectos y cabales, sin que les falte cosa alguna». Que el Señor nos dé a todos la paciencia, la paciencia alegre, la paciencia del trabajo, de la paz, nos dé la paciencia de Dios, la que Él tiene, y nos dé la paciencia de nuestro pueblo fiel, que es tan ejemplar”. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 17 de febrero de 2014, en Santa Marta).
     

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