Reflexión al evangelio Domingo 15 de diciembre

Qué alegría 🎶🎶 cuando me dijeron…💒 estoy feliz del Retiro de ayer, quiero preparar mi corazón de todo lo que me pueda separar del Amor para bien limpio de telarañas, preparar la cuna para nuestro Niño Jesús Amado, que ¡maravilla! mí corazón será su cunita… y ¿vosotras con qué os quedáis de las tres reflexiones de ayer?.

Eucaristía: un amigo te está esperando

“¡Qué difícil es vivir y pasar las jornadas por empeño, por disciplina, para no deteriorar la propia imagen, por coherencia con el ministerio, por coincidencia con el papel que se debe asumir!

“¡Qué distinto es sentirse relacionado, querido, estimulado por la presencia de un Tú amigo! Para mí, en esos momentos tuvo especial realismo la presencia sacramental de Jesucristo en la Eucaristía.

“Fue como el ángel en desierto del Néguev…, como el ángel que en Getsemaní consolaba a Jesús…, como los ángeles de la mañana de Pascua que anunciaban a las mujeres la resurrección… Esta relación fue para mí el Tú esencial, necesario para poder atravesar mis desiertos externos e internos, la presencia viva y favorable de alguien que, fuera de mí mismo, me hacía sentirme persona”.

Fr. Cándido Anáiz Iriarte O. P.

Con nuestra Madre, S. José y nuestro Angel Custodio. Gracias y Perdón 🔥

DOMINGO III de Adviento
15-12-2024
LA ALEGRIA DEL ADVIENTO

Estamos muy cerca de la Navidad y la Iglesia nos invita a la Alegría. Es el domingo GAUDETE ALEGRAOS.
No es una Alegría pasajera, superficial, carente de fundamento. Es la Alegría de las personas que tienen esperanza, porque Jesús, el Enmanuel esta cerca de nosotros.

Lo primero que debemos cuidar es nuestra vida espiritual. Somos testigos tenemos que dar testimonio y al mismo tiempo señalar a otros el camino. Grande es nuestra responsabilidad, porque ser testigo de Cristo supone en síntesis antes que nada procurar comportarnos según Su doctrina, luchar para que nuestra conducta recuerde a Jesucristo, evoque su figura de amabilidad. Hemos de conducirnos de tal manera que puedan decir al vernos este es cristiano porque está por encima de los instintos, porque es sacrificado, porque ama. Sin duda el mundo ahora en muchos casos no espera nada en este sentido, en su lugar espera compensaciones en otra dirección, como son los bienes materiales, los placeres, los honores que no llenan el corazón del hombre. Dice San Agustín: Nos has hecho Señor para Ti y nuestro corazón no descansa hasta que descanse en Ti.

Adviento es tiempo de espera, de alegría. El Señor viene a salvarnos y está muy cerca. La alegría cristiana brota de nuestra confianza en Dios que nos ama y descubre el verdadero Sentido que tiene para los que creemos en Dios. Todo sucede para nuestro bien. El Cristiano tiene que ser sembrador de alegría sabiendo que no basta con ser buena persona sino que tiene que compartir su fe y sus bienes con los demás. Hay que construir el Reino de Cristo, ahogar el mal en abundancia de bien.

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