Madrid, 21 de enero de 2009
Excmo. Sr. D. Alberto Ruiz Gallardón, Alcalde de Madrid
Excmo. Sr.:
Con motivo de la publicidad en dos autobuses de la EMT, que en breve veremos en Madrid, -con el eslogan “probablemente Dios no existe ..”-, me dirijo a V.E. exponiéndole mi opinión al respecto, haciéndome eco del parecer de muchos madrileños.
Todos tenemos la impresión de que es un político católico, y de hecho nos ha sido muy grato verle tanto el día del Corpus Christi, como en la Fiesta de la Almudena, cuando de una forma acertada y emotiva lleva a cabo el Acto de Consagración de Madrid a nuestra Patrona la Virgen; y esto es lo que me anima a escribirle como Presidenta de la Asociación “Amistad en Cristo con María”, que como su nombre indica está cimentada en la amistad y amor mutuo a Nuestro Señor, a quien debemos no solo defender, sino reparar ante tantos hechos como están ocurriendo actualmente.
Es de extrañar que en la capital de España, en la que el PP ha obtenido la mayoría parlamentaria, y siendo un partido que hasta el momento se ha mostrado respetuoso con los valores tradicionales de la fe, se pueda consentir una situación así. Que vayamos a ser testigos de esta ofensa a Dios, en dos líneas que atraviesan la capital de lado a lado, las números 14 y 3, teniendo esta última además parada en la Catedral y terminando al lado de la Parroquia de San Amaro.
Pienso que es una falta de respeto no sólo a los que veremos pasar los autobuses, sino hacia los conductores y usuarios de las líneas citadas, que teniendo sus propias convicciones religiosas, deberán subirse a un autobús que lleva como publicidad un mensaje que en muchos casos es contrario a su fe. Y aunque las personas que puedan -y tengo constancia de ello-, evitarán coger esas líneas los días en los que los autobuses lleven el anuncio, otras por desgracia no podrán evitarlo, para no salir perjudicados en sus trabajos o quehaceres cotidianos. Por eso, no se debería utilizar ninguna publicidad relacionada con las creencias personales, para evitar susceptibilidades.
Es muy triste el presenciar que el nombre de Dios figure en un autobús, y además para sugerir la posibilidad de que no existe. Qué gran equivocación, y qué pena dan los que opinan así, cuando el vivir la vida en Cristo, no sólo da alegría, sino que la transforma completamente. Un tesoro que muchos quieren ocultar con maniobras y manipulaciones, como es el caso de este anuncio, obstaculizando el que el mundo conozca a Jesucristo y su mensaje de salvación, el poder llegar a la plenitud, a la dignidad para la que hemos sido creados por el Padre Celestial, ofreciéndonos un futuro de felicidad y gozo, del que ya tenemos un anticipo en esta vida cuando a pesar de las dificultades y problemas, disfrutamos de la amistad que generosamente nos ofrece el Señor y que sobrepasa nuestras limitaciones humanas. ¡Qué diferente es vivir la vida en Cristo, en el verdadero amor!.
Y nos da alegría y felicidad, todo lo contrario a lo que evoca la publicidad engañosa del autobús, que habla de falsos placeres que sólo duran momentos fugaces, pero que dejan un gran vacío en el alma; y prueba de ello es la gran insatisfacción que hay en muchas personas, porque se han alejado de la verdadera fuente de belleza y sabiduría, que es Jesucristo, Nuestro Señor.
En años pasados en que la fe, afortunadamente era general, sin embargo, no se hacía referencia a ello en ningún medio de locomoción, ni en lugares a la vista del público, que no fueran las Iglesias o Centros religiosos. ¿A qué viene esto ahora?. De todas formas, la existencia del Señor está muy por encima de estas actitudes, siendo un hecho verdadero e inmutable, no pudiendo quedar reducido a un anuncio en un autobús. Él abarca todo y a todos, y su propia grandeza no queda ensombrecida para nada porque unos pocos decidan tomar su nombre en vano; aunque ellos mismos, no atreviéndose a asegurar la negación del ser infinito de Dios, y aún teniendo una intención ofensiva, sin querer, han dejado una puerta abierta con la palabra “probablemente”, a los que viven indiferentes en la sociedad actual hacia el hecho religioso, que quizá les lleve a plantearse sobre el “sin sentido” de su vida, e interrogarse sobre la realidad divina, iniciando así el camino del encuentro con Dios, a quien tanto debemos por su amor y bendiciones.
“Al que me defienda ante los hombres yo le defenderé ante mi Padre”, nos dice Jesús en el Evangelio. Qué hermoso será el que V.E., como representante del pueblo madrileño, pueda ejercer el honorable puesto de defensor de Nuestro Redentor. Y el Señor, que da el ciento por uno, a su debido tiempo le recompensará con creces.
Por todo ello, ruego a V.E. que haga todo lo que esté en sus manos, para impedir que el proyecto siga adelante; y no sólo éste, sino tantos otros que quieren descristianizar la sociedad, llevándola a su degradación y deterioro moral. Sea valiente y fiel a sus convicciones; ya sabe que, en este asunto, tiene el apoyo de muchísimos madrileños y sobre todo la fuerza y el empuje de Jesús y su Madre, Santa María de la Almudena, que le ayudarán en esta hermosa tarea.
En la esperanza de que tenga a consideración la opinión de tantos madrileños, y con mis mejores deseos de paz y dicha para todo el tiempo que esté en el puesto de Alcalde de Madrid, reciba un cordial saludo,
Concha Puig, presidenta de Amistad en Cristo con María