Mirad que nos dice San Pedro Julián Eymard (enamorado de la Eucaristía):
«El alma que ama de esta manera no tiene sino una sola facultad, una sola vida: Nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento»
Allí está. ¡¡¡Y vive subyugado por este pensamiento!!! Cuando esto sucede hay correspondencia y comunidad de vida entre Jesucristo y nosotros. ¿Por qué no hemos de llegar a este punto? Para buscar ejemplos de virtud en la vida mortal de Jesucristo se retrocede más de 18 siglos.
Jesucristo podría decirnos: «Me habéis amado en el Calvario porque allí borré vuestros pecados: me habéis amado en el Pesebre de Belén porque me visteis dulce y amable…».
¿Por qué no me habéis amado en el Santísimo Sacramento donde estuve junto a vosotros? Vosotros no tenéis que hacer otra cosa que ligaros a Mí. «Allí estoy Yo a vuestro lado».
¡Ah! En el día del juicio no serán nuestros pecados nuestro mayor espanto porque nuestros pecados se nos habrán perdonado para no recordarlos más, ¡sino que nuestro Señor Jesucristo nos echara en cara no haber respondido a su Amor!
¡Me has amado menos que las criaturas! -nos dirá-. ¡No has cifrado en mí tu felicidad! ¡Me has amado bastante para no ofenderme mortalmente, pero no lo suficiente para vivir en Mí!
¡Vayamos y entremos en Nuestro Señor! Sepamos olvidarnos de nosotros mismos y darnos a este buen Salvador! ¡No vivamos nosotros, sino que Jesucristo Sacramentado sea el que viva en nosotros!
¡¡¡NOS AMA TANTO TANTO!! ¿NO VEIS HERMANOS? ¡¡SE QUEDA CON NOSOTROS EN LA EUCARISTÍA!! ¡¡VAYAMOS CADA DÍA A ESTAR CON EL!! NO NOS DAMOS CUENTA HASTA QUÉ PUNTO SE NOS DA NUESTRO AMOR DE LOS AMORES 🔥