«No juzguéis y no seréis juzgados»

NO JUZGUÉIS, Y NO SERÉIS JUZGADOS; NO CONDENÉIS, Y NO SERÉIS CONDENADOS; PERDONAD, Y SERÉIS PERDONADOS; DAD, Y SE OS DARÁ: OS VERTERÁN UNA MEDIDA GENEROSA, COLMADA, REMECIDA, REBOSANTE, PUES CON LA MEDIDA CON QUE MIDIEREIS SE OS MEDIRÁ A VOSOTROS (Lucas 6, 37-38)

¡Qué difícil es no juzgar cuando creo que el otro se lo merece! Sin embargo, cada persona es por dentro tan compleja, tan preciosa y tan insondable para los demás, que siempre me equivocaré en mis juicios. Y aunque no fuese así, solo Tú, mi Dios, puedes juzgar el corazón del hombre, no yo.

Señor, dame la gracia de perdonar al que me ha ofendido aunque él no sea capaz de pedir perdón. Dame las fueras para entregarme al prójimo con una medida colmada y rebosante, no por lo que pudiera recibir yo después, sino para Tu pura gloria. No permitas que me juzgue según la regla de los mínimos: hacer lo mínimo para no pecar, lo mínimo para que no se enfade mi familia, lo mínimo para tranquilar mi conciencia.

Quiero apostar grande por mi vida. Quiero que cuando nos encontremos tras esta vida pueda ofrecerte algo valioso. Quiero llegar con el alma transparente, pero las manos llenas y sucias de trabajar por Ti. Llenas de prójimo y de ti.

Padre Jesús Mateos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s