Celebrando el «Día de los Pobres»… ¡¡Los Pobres!!! ¿¿Quién sabe algo de los pobres, sino aquellos que son pobres…?? Y qué sabemos la mayoría de nosotros de los pobres porque sólo vemos su pobreza, no vemos la persona, el corazón que habita en su pecho…, en cómo se siente ante nuestra mirada, nuestra presencia, -los que un día salimos de ahí, o los que nunca han conocido el hambre, la suciedad, el cielo por techo…- y la mirada puesta en aquello que anhela, que le atrae más allá de la barrera de su cuerpo… sometido al capricho del tiempo, de la suerte… ¿de la suerte?… El pobre normalmente nada posee, por eso está disponible, alerta… Su alma busca lo que con el cuerpo no puede obtener… así que muy pronto sabe que «tiene alma», y que su alma no es visible a los ojos curiosos de nadie, ni siquiera a los propios… Pero su alma percibe mensajes, sentimientos, luces… que sólo él sabe descifrar… será por llenar su pequeño espacio de eso que no encuentra para su cuerpo… Y poco a poco, escuchando su alma, o el latir de su cerrazón -no sabe muy bien-, va anotando todo de los acontecimientos, acumulando así una especie de sabiduría con la que va creciendo… para, poco a poco, VER SU ROSTRO… el Rostro que le sigue y le guía, el Rostro que le agarra fuerte para que siga sus huellas que le hablan de Bondad y Belleza… ¿será esa Bondad y Belleza la imagen de su alma…?. Deben ser, porque ya no se apartan de él hasta descubrir en ellas la figura de otro POBRE, éste de verdad… también sus pies llenos de polvo, de heridas… así que se ató a su túnica, tomó su mano y en adelante supo agradecer que su «pobreza» le ayudara a descubrir su propia alma…, y en su alma encontrará otra mano «suplicante» como la suya… la mano abierta siempre de quién puso su Mirada en Él y que fue en su compañía todo el tiempo, aún sin que él lo supiera… «Cuida de mí Señor!!!! Que soy pobre y no tengo nada… cada mañana, como a las aves, como a los lirios, cuida de mí…!!!»
Rosario Aguilar, de Amistad en Cristo
