Meditemos y despacio pues siempre será ayuda para crecer espiritualmente, Dios mío cuánto hay que mejorar para vivir en Tu Amor y para Tu Amor…
LA LEY DEL SEÑOR ES PERFECTA Y ES DESCANSO DEL ALMA (Salmo 18, 8).
Os dejamos unas indicaciones del Padre Jesús Mateos para hacer oración y meditar:
Es difícil hacer oración cuando no sabes, por eso debemos ayudarnos entre nosotros. Lo primero es ponerte delante de Dios en silencio, sin distracciones. Puede ser en tu cuarto, con la puerta cerrada, en la capilla, en el campo, o donde encuentres tranquilidad. Tienes que conseguir un silencio exterior, pero principalmente… un silencio interior. Así podrás unir tus pensamientos con los de Dios.
Puedes hablar con Dios Padre, Jesús o con el Espíritu Santo. Cada uno tiene algo que decirte. Cuando consigues vaciarte de ti mismo, permites que Dios ocupe ese lugar. Las almas de oración son almas de silencio. Con esta ausencia de ruido obtenemos una nueva perspectiva de las cosas. Lo fundamental no es lo que decimos, es lo que Dios nos dice. En ese silencio Él nos escucha y nos habla. Es ahí donde somos capaces de escuchar su voz. Una vez que has escuchado, estás preparado para hablar, con tranquilidad y calma, como hablarías con un amigo.
“Entonces el Señor pasó y un viento fortísimo conmovió la montaña y partió las rocas delante del Señor, pero el Señor no estaba en el viento. Detrás del viento, un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto. Detrás del terremoto, un fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. Detrás del fuego, un susurro de brisa suave” (1Re 19, 11-12) Ahí estaba Dios.
Señor, que no seamos, ni terremoto, ni vendaval, ni fuego abrasador. Que seamos esa brisa junto a Ti. Que sepamos escucharte en esa «brisa suave».
Padre Jesús Mateos
