Levantemos esa crucecita que muchos cargamos, bien alto y mirando al madero, donde estuvo clavado nuestro Jesús amado, vayamos cerca… muy cerca de El, a ese lugar a esa puerta del Sagrario, a esa puerta del Cielo aquella en la que está REAL Y PRESENTE, Nuestro AMADO CORAZÓN DE JESÚS, nuestro Amor de los Amores y adorándole, postrados a sus pies ofrezcamos todo lo que somos, todo y la nada de nuestros méritos todas nuestras debilidades, todos nuestros sufrimientos…
Él mirándonos con eterno AMOR MISERICORDIOSO Y comprensión nos dirá…
Hijos esto se lo doy a mis mejores amigos…
Y entenderemos que a quien tanto le defendió… será nuestro valedor en el camino hacia el CIELO.
Con nuestra Madre, S. José y nuestro Ángel Custodio. Por nuestros Sacerdotes, Religiosas pedimos que amen mucho la Adoración y Reparación y que se den cuenta que los necesitamos…
Gracias y perdón
Concha Puig
